Hace algunas semanas leímos y escuchamos la noticia del suicidio de un joven de Guinea Conakri que casi acababa de lograr su sueño de alcanzar Europa. Llegó a España en mayo de 2019 y fue reconocido como menor e internado en un centro para MENAs donde intentaba reconstruir su ánimo traumatizado por el duro viaje. En este proceso, una prueba ósea de las que ya hemos hablado en este blog y en el libro PALABRA DE SOW, determina en octubre que no es menor. A la calle. Al desamparo. Por una prueba cuya credibilidad está más que puesta en duda. La deshumanización termina de nuevo con la vida de un muchacho que no pudo resistir más, a pesar de la ayuda de personas particulares que trataron de acogerle y ayudarle.
Por favor, son niñ@s, internad@s, hacinad@s, asustad@s, no comprenden el idioma ni la cultura. Solo necesitan inserción, formación, apoyo. Cuidado con las informaciones que nos cuelan en los medios, porque están manipuladas hasta el extremo.
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