jueves, 27 de junio de 2019

LAS RUTAS DE LAS PATERAS (PARTE I)

Vamos a seguir profundizando en los puntos que menos se conocen del proceso migratorio, y vamos a hacerlo prestando atención al viaje en sí, y al viaje hecho por mar. Es lo que hemos llamado la ruta de las pateras, aunque vamos a empezar precisamente desmontando el título.
Y es que no todo lo que se hace a la mar buscando llegar a Europa clandestinamente son pateras.
El término patera se ajusta a las embarcaciones tradicionales de pesca que se construyen y utilizan en Senegal(gal), Mauritania (cok o canot), Guinea Conakri (clungo) y otros países subsaharianos. Están hechas de maderas autóctonas por unos artesanos llamados "serpankhe" en Senegal. Son alargadas y ligeras, de unos 4 cm de grosor, bastante seguras y generalmente manejadas por personas con mucha experiencia en el mar. Se accionan a motor de 15, 40  (el más común) o 55 CV. Un barco de 18 m, por ejemplo, con un motor de 40 CV puede alcanzar una velocidad máxima de 14 km/h. Por contra, tienen la desventaja de resistir con dificultad a las olas de gran tamaño y vientos fuertes. Este aspecto está muy mejorado en las que salen de Mauritania, que suelen ser de fibra, mucho más resistentes. También tienen su aspecto negativo, y es que si sufren algún daño o rotura en alta mar, resulta imposible repararlas de manera improvisada, necesitan pegamentos en seco, así que implica el hundimiento de la embarcación sin remedio. Sin embargo, las de madera sí pueden ser reparadas sobre la marcha con cuerdas o lonas, y resistir hasta llegar a una costa cercana o la llegada de ayuda.
Tanto unas como otras tienen capacidad para transportar entre 50 y 250 personas, según la eslora y se enfrentan a distancias comprendidas entre los 1300 km (si la salida se hace desde las cercanías de Dakar) y los 850 km (si se sale desde Nouadibou, en el noroeste de Mauritania)
Sow en una patera nueva hecha
 por sus primos en Saint Louis






Serpankhe tallando la base de la patera




Patera Senegalesa con inmigrantes a bordo


Patera marroquí

Patera mauritana























En Europa se llama también pateras a las embarcaciones que atraviesan el estrecho con un máximo de 5 o 6 personas a bordo, sin embargo no suelen ser más que pequeñas balsas hinchables, prácticamente de juguete y que avanzan con remos. La seguridad en estas es mínima, contando además con que la mayoría de las personas que salen a este viaje en el estrecho, lo hacen confiados en la corta distancia que les separa del objetivo (alrededor de 14 km) y lo emprenden sin experiencia ninguna en el mar, muchos ni siquiera saben nadar.
Algunas con un poco más de resistencia pueden llegar a transportar unas 15 o 20 personas.
Cruzando el estrecho en barca de juguete

Bote hinchable en el estrecho


Por último, las embarcaciones que se lanzan al viaje entre Libia y las costas italianas son grandes balsas neumáticas, en ocasiones con capacidad para 200 personas o más, accionadas a motor y tripuladas por personas con poca experiencia, ya que no se plantean llegar en ellas hasta su objetivo final. En la mayoría de las ocasiones no llevan el combustible necesario para llegar hasta Italia (exceptuando la isla de Lampedusa, la distancia ronda los 500 km), sino que llegan hasta aguas internacionales, donde confían en ser rescatados por guardacostas o barcos de ONG's. El tremendo sobrepeso que transportan y la falta de combustible es lo que las hace más peligrosas.


Barco libio buscando rescate en zona internacional


Dado que en nuestras entradas estamos tratando temas relacionados transversalmente con el contenido del libro y que os permitirán comprender mejor la historia que desarrolla, hechos vividos en primera persona, nos gustaría recibir de vosotros alguna aportación. Esto nos permitiría conocer vuestra valoración. Nuestro esfuerzo está dirigido a que se conozca esta realidad como se merece.

sábado, 15 de junio de 2019

AQUÍ EMPEZÓ TODO





Esta es Mame Sokhna Mbengue. Es el nombre de mi abuela, el que le puse a mi patera, construida a partir de mi segunda patera en 2004. La que casi me trajo hasta España. Lo recuerdo bien porque aquel año se cumplían 44 años de la independencia de Senegal, el 4 del 4 del año 44 de independencia. Aquella tenía 10 m de eslora y utilicé su madera, de buena calidad, para construir la que aparece en la foto, de 18 m.
Cuando en Europa se habla de pateras, la idea que viene a la mente es la de un pequeño bote repleto de gente que naufraga o, en el mejor de los casos, atraca en una playa de alguna costa del Mediterráneo o del Atlántico.
Pocos saben lo que una patera como esta puede significar para una familia senegalesa.
Una patera como esta (gal) es en sí misma una empresa en la que pueden llegar a trabajar directamente de 20 a 30 personas (30 en el caso de sardineras), a lo que hay que añadir aquellas que venden el pescado en la lonja, o lo distribuyen para venderlo en otros lugares, en los que se diluyen los ingresos directos que puede proporcionar.
Con estos ingresos puede sostenerse el día a día de unas 100 personas, en su mayoría de la misma familia, que en Senegal son muy extensas.
Cada una de las pateras que llega a las costas Españolas es incautada y, o bien se destruye en el mismo lugar de llegada si su estado es ya irrecuperable, o se traslada a uno de los cuatro depósitos en los que se recogen las embarcaciones incautadas por motivos diversos, en espera de su destrucción a partir de una orden judicial que puede tardar unos 5 años en llegar. Solo en el caso de embarcaciones neumáticas o barcos de recreo pueden ser subastadas cuando lo decida el Tesoro.
Y cada una de ellas es un negocio familiar cerrado, una necesidad de volver a empezar que se crea en el país de origen, en este caso Senegal.
Es este un aspecto de la inmigración cuya repercusión nunca aparece en los análisis variados que leemos en la prensa. ¿Por qué habría una familia de prescindir de su medio de vida, dejando aparte la decisión personal de quien se marcha en ella, si no fuera porque los mares de Senegal están siendo diezmados por los grandes pesqueros europeos, y asiáticos?
¿Saben quienes critican la llegada de inmigrantes a sus costas, que sus propios países están empujando a estas embarcaciones al mar?
No podemos dar una respuesta exacta de por qué cada persona toma una decisión así, pero sí que, entre los pescadores, la pérdida de la capacidad de recogida en las últimas décadas ha pesado mucho en ella. Y de eso, por supuesto, no se habla.
Esta patera me salvó la vida en mi primer viaje. Seguramente ya no existe, aunque sí lo hace en mi historia.

miércoles, 5 de junio de 2019

EN MARCHA CON LA PUBLICACIÓN DEL LIBRO. CAMPAÑA DE CROWFOUNDING

Bueno, esta es nuestra primera actividad, en la que esperamos que algun@s de vosotr@s nos acompañéis y disfrutéis de ella.
Se trata de la publicación de un libro. Much@s ya nos habéis oído hablar de ello, y algun@s habíais aconsejado recoger toda la experiencia de Sow en su difícil camino hasta la legalización de su situación. Pues ya está. Pronto podremos tenerlo en las manos, ya tenemos editorial. Sin embargo, la tirada que hacen es limitada y quisiéramos poder ampliarla. Por eso hemos empezado una campaña de crowfounding. Igual, ni se escribe así.
Somos novat@s en esto, pero aquí va el enlace, para que podáis difundirlo y participar, si queréis.





Gracias a tod@s l@s que habéis participado con vuestros testimonios para la creación de este libro y al resto, por los ánimos que nos habéis enviado en este inicio. Vamos adelante...


¡Con alegría!