¿ES EUROPA REALMENTE UN CONTINENTE SEGURO?

Hoy queremos hablar de todo lo que desde nuestra infancia en Senegal y otros países africanos se nos dice acerca de Europa.

Se nos insiste desde todos los medios en que Europa es un continente seguro, en el que todos los sueños de futuro son posibles, el mejor lugar donde cualquiera querría vivir, en el que los problemas desaparecen. Y eso es lo que la mayoría de los africanos cree, mayoría en la que yo ya no me incluyo. Y no es que en Europa no haya encontrado un modo de ganarme la vida. Se trata sobre todo del enorme precio que se paga para ello. Y de eso nunca se nos habla allí. Por eso cualquier joven africano con ciertas inquietudes arriesga lo que sea para llegar a la "tierra prometida".

Sin embargo, no creo que los africanos que parten desde Libia, un país arrasado por las potencias europeas y norteamericana, pasando tantos sufrimientos hasta llegar a aguas internacionales, tengan ya hoy en día la misma idea. Su única posibilidad de salir de la desesperación y salvar la vida era ser rescatados por alguna ONG. Viendo lo que está pasando desde hace tiempo, que los barcos gubernamentales de salvamento marítimo se limitan a mirar, sin hacer nada, mientras ellos mueren ahogados o víctimas de la debilidad por enfermedades no atendidas o la falta de agua y alimentos que se produce tras días de hacinamiento. Muera quien muera, nada importa para los gobiernos que los mandan, ¿qué tipo de salvamento es ese? ¿Lo único que importa es que no atraviesen las fronteras europeas. 

¿Quién está seguro en Europa? La cuna de la democracia, de las oportunidades para todos, ¿ofrece seguridad a quienes se la piden en estado de absoluta desesperación? Personas que huyen de un país en conflicto para salvar su vida y sin embargo la pierden ante la mirada de representantes del continente perfecto.

Puedo decirlo en primera persona porque en mi llegada y permanencia en Europa, en concreto España, he visto situaciones muy duras de pérdida de derechos fundamentales que estos gobiernos dicen defender a capa y espada. Y sé, por mi misma experiencia personal, que la gran mayoría de los europeos no están de acuerdo con la postura de sus gobiernos en estas situaciones que ya se repiten con demasiada frecuencia. Los ciudadanos  europeos de base forman parte en su mayoría de los que apoyan iniciativas como las de Open Arms o Médicos sin fronteras, que se hacen a la mar para intentar resolver lo que sus gobiernos no están resolviendo. Y la verdadera solución no está en pagar a los gobiernos norteafricanos para que controlen la salida de pateras. La solución está en dejar de pisar el cuello de los países de origen, dejarlos crecer basándose en sus propios principios económicos y sociales, dejar de asfixiarlos en la pobreza y en la basura. 

No se les pide limosna, no se les pide más. Los que estamos aquí, gracias a Dios, nos ganamos a pulso cada céntimo que conseguimos para nosotros y nuestras familias.